Hyksos es un colectivo que nace de muchos afectos, entre ellos al cine, pero no cualquier cine, uno atravesadísimo por el feminismo, como nosotras.

Nuestros instintos nos acercaron a hablar de aquello que nos chirriaba del mundo del cine: la manera en la que se hacen, se financian, se programan las películas, las que entran en festivales y plataformas de streaming más populares y las que se quedan fuera... Juntas fuimos aprendiendo y poniendo nombre a esas formas de funcionar del mundo audiovisual, que sigue los cánones heteronormativos, machistas y patriarcales del resto de la sociedad; y juntas nos reafirmamos en que nuestra inconformidad era válida e importante.

Aunque reivindiquemos el carácter político del cine para nuestra propia lucha feminista, también nos mueve el disfrute, el placer de la mirada, de darle al ojo lo que nunca ha visto, de ver relatos con los que nos identificamos.La importancia de involucrarse en la historia o de la representación, nace también de una sed, de un hambre, de una carencia a la hora de comprendernos, de construir nuestra identidad. Ahora revisamos las posibilidades del cine feminista proyectándolo hacia nosotras, jugando con sus luces y sombras para conocer a las demás, nuestro territorio y a nosotras mismas a través del film.

Y desde la premisa de que “cuidar tenía que ver con mirar”, pues la observación del gesto implica reconocerlo y (re) conocerlo.
Entre nuestras reflexiones aparecía una idea: Grabar lo cotidiano, la intuición. Lo personal. La vulnerabilidad. El gesto y no el acontecimiento. Mirar como forma de cuidados.

Y es que crear un relato del cine en colectividad no es fácil. La constelación de voces involucradas siempre será desde el afecto y la gestión de los recursos disponibles. Proponemos una programación que ante todo busque crear espacios de diálogo. Hablar con las propias autoras y compartir una decisiones en cuanto a la forma de exhibir y distribuir sus películas. ¿te parece mejor que tu película aparezca en esta o en esta otra sección?

Así que hablamos. Vemos pelis solas o acompañadas y luego les decimos a las demás que no pueden pasar un día más sin verla (o que se la pueden ahorrar). Respetamos nuestros tiempos y procesos, nuestras intuiciones. Buscamos referentes, películas invisibles, espacios de encuentro, aliadas, amigas. Jugamos con las cámaras, hacemos dibujitos, bebemos cerveza, compartimos lecturas, revisitamos el pasado. Y a todo esto lo llamamos hacer cine, pero de otra manera.